La multiplicación de los bonos - HUANUNI La mina que se socava a sí misma (Parte IV)



Los bonos son otra forma de elevar el costo labor en Huanuni. Según expresaron los mismos mineros, en la empresa se otorga bono hasta por asistir al trabajo.

Un exdirigente que pidió mantener su nombre en reserva, dijo que los trabajadores de interior mina reciben como bono de asistencia 10 jornales, a 109 bolivianos el jornal, es decir unos 1.090 bolivianos, y los de exterior mina 26 jornales, que representa 2.856 bolivianos. Para aplicar a este bono el trabajador no debe faltar ni un día y llegar temprano a trabajar durante el mes.

Otro bono es el de insalubridad que la empresa entrega por los riesgos a la salud que existen en la mina y que asciende a 346 bolivianos. Así también existe el bono de electricidad que se paga a algunos trabajadores –antes era a todos- que llevan su lámpara a la jornada. El monto es de 490 bolivianos.

Ya en 2013, la Contraloría General del Estado indicó que una auditoría preliminar hecha a la Empresa Minera Huanuni develó “varias irregularidades” en el pago de bonos: el uso de dinero en gastos no formales y la entrega de créditos para fines dirigenciales. En ese año, el mismo presidente Evo Morales criticó los sueldos “lujosos” de más de 50.000 bolivianos que inclusive superaban su salario que en ese entonces era de 18.000 bolivianos. De acuerdo a ley nadie en el sector público puede ganar más que el Presidente, a excepción de algunos operarios de la estatal petrolera YPFB.

El informe de la Contraloría de 2013 detalló indicios de responsabilidad civil por daño económico de más de 39 millones de bolivianos. En el informe 2014 de la entidad, se registró un daño económico por 692 mil bolivianos por gastos indebidos, pago indebido de vacaciones, incumplimiento en el plazo de entrega de bienes y falta de rendición de cuentas.

Algunos de los también llamados incentivos, fueron considerados por la Contraloría como ilegales por no estar respaldados en un decreto o resolución de acuerdo a la Ley General del Trabajo, según señalaron los trabajadores; sin embargo, se siguen pagando. Otro bono considerado ilegal es el escolar. “Posiblemente la Contraloría haga que devolvamos ese dinero”, dijo uno de los entrevistados que prefirió mantener su nombre en reserva.

Hasta 2015, los trabajadores mineros y administrativos recibían bonos como los de refrigerio y de té. Los trabajadores de exterior mina también se favorecían con el bono de mantenimiento de herramientas y equipos, y hasta un bono al chofer por llevar la carga de mineral a la fundidora.

Referirse a los bonos no es fácil en Huanuni. El actual dirigente del Sindicato de Trabajadores, Elías Colque, prefiere no ahondar en el tema, pero aclaró que muchas de las “conquistas sociales” o bonos fueron suprimidos por el Gobierno en 2015 cuando la empresa empezó a mostrar números rojos. Espera que con la recuperación de la empresa éstos vuelvan a ser reconocidos. Muestra de ello es que el bono de producción que fue suprimido por la crisis que atravesaba Huanuni, fue recuperado luego de una reunión de los dirigentes con el presidente Evo Morales. El argumento es que la empresa empezó a generar utilidades. El bono es de 300 bolivianos y se paga desde julio a los más de 3.500 trabajadores, lo que representa una erogación mensual de más de 150 mil dólares.

A través de los años los trabajadores han ido generando acuerdos con los gerentes de turno, pero algunos se han ido perdiendo por la gran crisis que ingresó en Huanuni, principalmente por la caída del precio internacional del estaño y la caída en la calidad del mineral. Uno de esos acuerdos fue que los obreros vendían el mineral recolectado a la empresa a precio internacional elevado, cuando éste estaba en bajada. Esto produjo “una pérdida en el balance de la empresa, situación que hoy tiene que ser enmendada”, dijo Pimentel en abril de 2016.

El 16 de marzo de 2015, una circular emitida por el gerente de entonces Gustavo Choque, instruía la “Abrogación de convenios internos” por la situación crítica que atravesaba la empresa. El documento, que lleva sello de la gerencia, señala que “a partir de la fecha todos los convenios internos vigentes quedan suprimidos ya que tienen alta incidencia negativa en los costos de operación”.

Según Héctor Córdova, en todas las minas existen y se negocian bonos, principalmente de incentivo a la producción, pero no se conocen bonos como los que se distribuyen en Huanuni.

El gerente de Colquiri, David Moreira, indicó que en su empresa también hay bonos de incentivos por sección como el de producción, por extracción de carga, por avance de chimeneas, entre otros, que siempre representan un incremento del costo labor, pero aclaró que no tienen bonos por asistencia al trabajo ni por electricidad, como en Huanuni.

El presidente de la Comibol, José Pimentel, justificó la existencia de este tipo de bonos. “Cuando Huanuni pasó a manos de la Comibol encontró una estructura salarial de las viejas empresas, pero el Gobierno decidió respetar esas conquistas sociales. Es ahí de donde derivan estos lastres de tipos de remuneración”, dijo.

Remarcó que en última instancia “nosotros pensamos superar (esta situación) cuando establezcamos un nuevo sistema de trabajo (con el nuevo ingenio), que garantice ingresos a los trabajadores, pero en función más de la productividad y la rentabilidad”.

En los presupuestos analizados de Huanuni se pueden apreciar partidas para primas y bono de producción, y no figuran los bonos citados anteriormente. Sin embargo en todos los presupuestos existe la partida “Previsiones para incremento de gastos en servicios personales” que siempre es superior a la planilla de sueldos. Para 2016 fue de más de 330 millones de bolivianos (unos 47,4 millones de dólares), mientras que la planilla salarial fue de 187 millones (26,8 millones de dólares). De ahí se sacaría el monto de estos sobresueldos.

Pimentel enfatizó que se está apuntando “a que todo sea más convencional: la rampa sacará una mayor cantidad de volúmenes de carga, el ingenio va a tener la capacidad de recuperar casi el 80% de la carga bruta que saquemos. Entonces se va a cambiar sustancialmente el sistema de trabajo”.

Los jubilados representan otro costo adicional en Huanuni, ya que reciben una pensión de jubilación y tienen otro ingreso por seguir trabajando. El gerente de Huanuni, Winston Medrano, dijo “en jubilados tenemos hasta 500 personas, pero tenemos que entender que hay personas en proceso de jubilación”. Remarcó que este personal por ley se puede jubilar y seguir trabajando, por lo que no se los puede retirar.

Indicó que cuentan con un plan de reducción de personal, pero que se irá aplicando en respeto a las leyes y en función al paso del tiempo.

Para la actual dirigencia minera que haya trabajadores jubilados y rentistas es perjudicial porque “ellos al recibir su renta ya no producen, solo matan el tiempo y esperan recibir su salario básico”, indicó el dirigente Elías Colque.

Baja Producción


El gerente de Huanuni estimó que para reportar utilidades la empresa solo necesita 1.500 trabajadores. Para la gestión 2016, Huanuni presupuestó en promedio 27.400 dólares por trabajador; multiplicado por 3.500 trabajadores la suma es 95,9 millones de dólares. De contar con solo 1.500 trabajadores Huanuni hubiera ahorrado 54,8 millones de dólares.


Respecto a la producción, en 2005 la empresa Huanuni contaba con 800 trabajadores y produjo 3.985 toneladas métricas finas (TMF) de estaño al año y una utilidad de 10 millones de dólares; a 2016 la empresa contaba con más de 3.500 trabajadores y la producción llegó a 6.702 TMF con una utilidad negativa de 10 millones de dólares.

La productividad de la empresa pasó de 4,9 TMF por trabajador en 2005 a 1,9 toneladas en 2016. En el mejor de los casos llegó a 2,19 TMF por trabajador en 2009. Con la absorción de los nuevos trabajadores la empresa quintuplicó la mano de obra y solo duplicó la producción.



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