La empresa minera Huanuni está ubicada a 3.932 metros de altitud, en el departamento de Oruro, a una hora de la ciudad del mismo nombre. Un río cargado de aguas ácidas divide al distrito minero de 24.677 habitantes. La principal fuente de abastecimiento de estaño de la empresa es el cerro Posokoni, donde en 2006 mineros asalariados y cooperativistas se enfrentaron de forma cruenta por el control. El saldo fue de 16 personas muertas y más de 50 heridos.
En octubre de 2006, la mina pasó de tener 818 trabajadores a casi 5.000. Fue la solución política que encontró el Gobierno para poner fin al conflicto.
En un primer momento, para hacer llevadera la economía de Huanuni, el Gobierno autorizó a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), mediante el Decreto Supremo N 28901, el desembolso e inversión de 9,6 millones de dólares para ampliar la capacidad de la existente planta de concentración ubicada en Santa Elena, de 700 a 1.000 toneladas de estaño al día. Este monto también serviría para el desarrollo de yacimientos mineros, la ampliación de una planta de concentración más pequeña en la zona de Machacamarca para tratar 200 toneladas diarias de mineral y la construcción de un depósito para desechos o dique de colas.
Estos proyectos se cumplieron, pero la solución definitiva que haría sostenible y rentable a la empresa en el largo plazo, sería la ejecución del plan estratégico de Huanuni a partir de 2009; sin embargo, hasta la fecha no logra concretarse.
El plan estratégico contempla la construcción de una planta de concentración o ingenio para tratar 3.000 toneladas de mineral al día, llamado Lucianita por estar ubicado en ese sector, la profundización de una rampa en interior mina para abastecer de mineral al nuevo ingenio, la construcción de un nuevo dique en Willa Khollu para almacenar los desechos tóxicos o colas del ingenio y un sistema de bombeo de colas y recirculación de agua. El plan inició con la consultoría para el diseño final del ingenio en 2009. La inversión total del plan sería de 100 millones de dólares.
Transcurrieron dos años hasta que en julio de 2011 se suscribió el contrato entre la empresa Huanuni y la china Vicstar Union Engineering por 50,3 millones de dólares para la construcción del ingenio de 3.000 toneladas con el compromiso de ser entregado en 23 meses. El plazo se estiró el doble. Pasaron casi cuatro años y la planta fue inaugurada por el presidente Evo Morales en febrero de 2015. “Nuestras empresas mineras estatales tienen que generar divisas para el pueblo boliviano. En ese momento serán un lujo de empresas mineras que aportan al Tesoro, que el pueblo se beneficia”, expresó Morales ante las decenas de trabajadores que asistieron al acto. Después de los aplausos quedó claro que el ingenio no podía entrar en funcionamiento por la falta de dique y agua.
Para el especialista del Centro de Investigaciones de Bolivia (Cedib), Pablo Villegas, la obra es comparable a “construir un hotel de cinco estrellas sin baños”. Considera inconcebible que el ingeniero encargado de la obra no se haya percatado de que no se construía paralelamente el dique para que el ingenio pueda entrar en funcionamiento. “Es responsabilidad total del Estado, de su incapacidad en la administración de la mina”, expresó.
En el dique se presupuestó más de 16 millones de dólares y debería estar concluido en abril de 2014, pero la empresa Huanuni no tenía el derecho propietario de los terrenos y tuvo que gestionar los permisos para empezar la ejecución. La obra arrancó en noviembre de 2015 (nueve meses después del acto oficial de inauguración) y debía concluir en un año. Actualmente tiene un avance del 65%. Se espera que esté concluida hasta finales de 2017.
Igualmente la rampa para abastecer a Lucianita, pese a estar incluida en el plan estratégico, aún no está concluida. La reciente rescisión del contrato de más de 4 millones de dólares con la empresa ejecutora T&T por un avance insuficiente, hace pensar que el proyecto tardará más, aunque el gerente de Huanuni, Winston Medrado, precisó que los trabajos para hacer la rampa, pero por otro sector, continuarán con equipos propios.
El sistema de bombeo de desechos del ingenio al dique y recirculación de agua del dique al ingenio, hasta el momento no se ha podido adjudicar por problemas burocráticos; sin embargo, se tiene la esperanza de que se lo realice en las próximas semanas para que sea ejecutado en cinco meses y esté concluido también a fines de este año.
Otro proyecto importante es la construcción de chimeneas de ventilación con el equipo especializado de taladro Raise Boring, que costó más de 10 millones de dólares y fue gestionado desde 2013. La máquina ha estado inactiva por falta de insumos y quien la opere; luce cubierta por un toldo. La actual gerencia ejecuta un proyecto que podría dar resultados en los próximos meses. Mientras tanto, los obreros se quejan de las condiciones lamentables para trabajar por falta de oxígeno.
Malas decisiones
Bajo la presión de diversificar los ingresos y para reducir el impacto de la caída del precio internacional del estaño, el directorio de la empresa aprobó la construcción de una planta de concentración para minerales complejos (zinc, plata, plomo) en Sajsani a un costo de medio millón de dólares. La planta nunca fue productiva porque el mineral complejo que requiere es de alta calidad y éste no se encontró hasta el momento en Huanuni. Actualmente el ingenio está siendo transformado para procesar estaño, aunque fue paralizado por falta de recursos.
La administración también aprobó la construcción de un dique provisional para Lucianita y garantizar su puesta en marcha. El dique fue construido al lado del ingenio, en la misma falda del cerro. Pero su funcionamiento fue descartado por el peligro que representa a la población que se encuentra a unos metros más abajo.
FUENTE Luis Fernando Cantoral
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