Puntos clave:
- No hay contratos de litio validados por el Legislativo boliviano.
- Falta una normativa clara para regular la explotación y distribución de regalías.
- El precio internacional del litio cayó drásticamente, impactando en las oportunidades económicas.

Bolivia, considerada parte del "triángulo del litio" junto a Chile y Argentina, enfrenta grandes desafíos para capitalizar sus vastos recursos de este estratégico mineral. A diferencia de sus vecinos, que lideran la producción mundial, Bolivia no ha logrado concretar avances significativos en la industrialización del litio.
El Gobierno de Luis Arce anunció planes ambiciosos para posicionar al país como un líder en la producción de litio, pero hasta ahora, no se han definido normativas ni se han validado contratos con socios internacionales como Uranium One Group, de Rusia. Esto deja en incertidumbre la meta de convertir 2025 en el "año del litio".
Expertos como Alfredo Zaconeta, del Cedla, y Héctor Córdova, de Fundación Jubileo, han señalado que los proyectos de litio en Bolivia han quedado en el discurso político, sin avances concretos en los últimos 18 años. Además, la falta de estabilidad en la dirección de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y los continuos cambios de presidentes en la entidad han agravado la incertidumbre.
El precio internacional del litio, que alcanzó los $us 90.000 por tonelada en su pico, ha caído por debajo de los $us 10.000, poniendo en riesgo la viabilidad económica del proyecto si no se toman medidas urgentes. En contraste, países como Argentina han logrado mantener un crecimiento sostenido en la producción y exportación de litio gracias a menores costos y una mayor estabilidad normativa.
Resumen: Bolivia enfrenta una encrucijada crítica en el desarrollo de su industria de litio. Sin normativas claras, contratos validados ni estabilidad administrativa, el país corre el riesgo de perder una oportunidad histórica para capitalizar este recurso estratégico.
Comentarios
Publicar un comentario