Solo dos contratos tienen financiamiento de China. Uno del gobierno chino y otro del Exim Bank. Los demás son recursos bolivianos y de organismos del exterior
La pandemia del coronavirus obligó al Poder Ejecutivo nacional a realizar auditorías a los créditos que concedió China para la ejecución de obras en el país. En los últimos cinco años de gestión de Evo Morales, 2013 a 2018, el Gobierno boliviano suscribió 25 contratos con diferentes empresas chinas -entre privadas y públicas- para la construcción de obras en diversas áreas, principalmente en infraestructura caminera. El monto de los contratos sumó más de $us 3.265 millones. De todos los acuerdos firmados, solo dos tienen financiamiento chino, los demás fueron ejecutados con recursos del Estado boliviano y algunos con fondos de organismos internacionales.
Los ministerios de Planificación del Desarrollo y de Economía están en camino de una auditoría a los créditos chinos, porque este país es uno de los principales acreedores de Bolivia. El objetivo es revisar estos préstamos con el fin de llegar a acuerdos con el Gobierno de Xi Jinping para alivianar los intereses para encarar la etapa post coronavirus. “Bolivia tiene pendiente una auditoría sobre los créditos concedidos por China durante los últimos cuatro años del gobierno de Evo Morales. Revisaremos las condiciones, las obras realizadas para definir cuánto pagar y cómo pagar”, explicó Rubén Darío Cuéllar, embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El ministro de Obras Públicas, Iván Arias, informó que la intención es modificar los términos de contrato con las empresas chinas que todavía opera en el país y que tienen contrato con el Estado boliviano. La autoridad explica que la mayoría de estos convenios fueron ejecutados bajo la modalidad de ‘llave en mano’, lo que impide realizar la fiscalización de las obras.
“Nos hemos acercado, a petición de la presidenta Jeanine Áñez, a las empresas chinas que están en el país. Estamos viendo cómo trabajaban antes y cómo trabajarán ahora. Tenemos dos caminos: les decimos que se vayan o cambiamos los términos de referencia de los contratos”, remarcó Arias.
Este medio envió una carta a la embajada de la República Popular de China en La Paz para conocer cuántas empresas del país asiático operaron en Bolivia y cuántas se mantienen en el país, a fin de conocer los montos a los que se llegó con los créditos chinos. La legación diplomática no devolvió la información, pese a que solicitaron una carta para suministrar los datos.
Mientras, el vicecónsul del consulado general de China en Santa Cruz, Shao Yuzhou, informó que las empresas deben cumplir los contratos firmados con los Estados y, en el caso de Bolivia, dijo que son, por lo general, compañías privadas las que se adjudicaron las obras.
“La información debería ser consultada a las empresas o a los contratantes, por ejemplo, el Ministerio de Obras Públicas (…). Los contratos de créditos se tienen que ver con el Banco Central de Bolivia (BCB)”, señaló el diplomático, quien aclaró que para dar más información debe pedir autorización a la Cancillería de China.
Información
Según datos obtenidos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), existen 25 contratos suscritos entre empresas chinas y el Estado boliviano, entre 2013 y 2018, con el objetivo de ejecutar obras, en su mayoría de infraestructura caminera. Entre las compañías figuran CAMC Engineering Co. Ltd. Bolivia Branch, pero con el ítem de la construcción, montaje y puesta en marcha de la planta industrial de sales de potasio en Uyuni, Potosí. La obra tendría un monto de $us 178.967.299.
Existen otras empresas, como la Chinar Harbour Engineering Co., que tiene a cargo la rehabilitación y cumplimiento de estándares de la ruta 09 Santa Cruz-Trinidad-San Javier; así como la Ruta 03 Puerto Varador- Trinidad, por un costo de $us 27.371.568, que son financiados con recursos del Tesoro General de la Nación (TGN).
La obra con más costo es el proyecto hidroeléctrico Ivirizu, con $us 553.960.223 de inversión con recursos del Banco Central de Bolivia (BCB). Esta obra, que debería ser terminada en 2021, está en Cochabamba y la compañía encargada es Sinohydro Corporation Limited. La Empresa Nacional de Electricidad (Ende) anunció que se realizará una auditoría a este proyecto debido a que en el contrato solo aparece la compañía china, pero ahora trabajan en esa infraestructura otras cuatro empresas.
Sinohydro Corporation Limited tiene a su cargo otras obras, como la construcción de la doble vía Montero-Yapacaní con una inversión de $us 92.463.775, que son financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta misma empresa tiene otros tres proyectos: la construcción de la doble vía Puente Ichilo-Ivirgarzama, en el trópico de Cochabamba, con $us 55.452.346 invertidos y financiados con dinero del TGN; la edificación del proyecto multipropósito de agua potable Batallas, Pucarani y El Alto (La Paz) con un costo de $us 110.236.342 y la doble vía El Sillar-Santa Cruz, que tiene un monto aprobado de $us 426.128.655. Este último proyecto es financiado por el Gobierno chino.
Obra terminada
Una de las obras que ya fue concluida es la doble vía Caracollo-Confital que fue construida por la Nuclear Industry Nanjing Construction Group Co. Ltd. Otras empresas chinas que aparecen en varias obras son China Harzone Industry Corp. Ltd. & CCCC Second Highway Engineering Co. Ltd., que tiene en su mayoría obras de infraestructura caminera.
“Se han dado contratos demasiado dirigidos, no existe explicación del por qué una empresa es contratada y otra no, estamos viendo también que los créditos para la construcción de las carreteras estaban condicionados. Nosotros queremos que, aunque el crédito esté condicionado a la contratación de una empresa china, exista competencia entre las empresas, vamos a trabajar en cambiar los términos”, remarcó el ministro Arias.
Existen también otras empresas chinas que operan en otros rubros, como la minería. Según una investigación realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), unas 100 empresas chinas, en diferentes rubros, trabajan o trabajaron en Bolivia. Estas también cuentan con concesiones petroleras, principalmente en el norte amazónico boliviano (departamentos de La Paz, Beni y Pando), y se encuentran en la etapa de exploración.
La investigadora del Cedla, Silvia Molina, resaltó que es difícil conocer la cifra exacta de empresas chinas que operaron y que operan en Bolivia debido a que hubo casos en los que las compañías asiáticas llegaron a suelo nacional y luego decidieron subcontratar a nacionales. Sin embargo, la experta destacó que las firmas chinas están presentes, sobre todo, en el área de la infraestructura caminera, en la minería y, por último, dice que se adjudicaron proyectos petroleros, sobre todo en la Amazonia.
“En la gestión 2015 se anunció que estaba en marcha la conformación de una Cámara Minera China-Bolivia. En ese momento se hablaba de diez empresas en importantes proyectos estatales del sector, principalmente industriales. Sin embargo, parecería que la presencia de empresas chinas en minería es mucho mayor, cuentan con concesiones mineras y estarían vinculadas a la exploración y explotación. A finales de 2016, el embajador chino de ese entonces señalaba que en este sector las empresas que llegaron de su país a Bolivia para explotar minerales eran privadas”, afirmó Molina.
Es difícil verificar la inversión directa de las empresas chinas en Bolivia debido a que estas compañías se asocian con otras firmas bolivianas o de la región, lo que hace que los flujos de capitales de estas empresas sean mínimos. Pero, al contrario, las cifras de endeudamiento de Bolivia con China por la contratación de estos aglomerados son altas.
FUENTE El Deber
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