Revisando información de fines del mes de enero del año en curso, cuando Gunnar Valda asumió el cargo de gerente ejecutivo de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), una de las primeras medidas que asumió fue la de pedir a la Contraloría General del Estado (CGE) que realice una auditoría en la empresa YLB, para establecer la situación legal de la misma y si hubo o no irregularidades durante la pasada administración. Por supuesto se trataba de un requerimiento de "seguridad" al asumir una dirección tan importante como el manejo de YLB, en la que se han hecho millonarias inversiones y se considera como un mega proyecto de la minería estratégica boliviana.
Han pasado los meses y prácticamente estaremos en el inicio de junio que marca la mitad de gestión, sin que se haya informado nada oficial sobre si la CGE admitió el pedido de auditoría y de ser positiva la acción, cuál es el estado de situación de dicha investigación administrativa en la pasada gestión de YLB, en la que se presumen varios hechos confusos, que no fueron aclarados sobre materia de inversiones, contratos con terceros, avance de proyectos en más de una planta de "experimentación", pero además conocer la percepción de dineros por la estatal del litio, que exportó toneladas de carbonato de litio a mercados de Estados Unidos, la India y Japón, además de otro material que se vendió a países vecinos, caso del Brasil, Argentina y algo a Chile. Son recursos que percibió YLB, pero de cuyo monto y uso, no se sabe nada.
Gunnar Valda el nuevo ejecutivo de YLB, en los primeros días de ejercer su cargo, mostró particular interés en "transparentar" la empresa, para dar continuidad a los proyectos de industrialización de los recursos que yacen en los salares del país, especialmente en el de Uyuni, jurisdicción de Potosí, en el que están instaladas las plantas de experimentación y operaciones del manejo de la riqueza natural de las salmueras. Añadió la autoridad que también dispuso a un equipo profesional especializado realizar una auditoría integral al interior de la empresa nacional del litio.
Se indicó que uno de los problemas detectados de entrada, fue establecer la baja ejecución presupuestaria durante la gestión del 2019, en la que se tenía un presupuesto aprobado de 1.472 millones de bolivianos y solo se ejecutó un 48 %, lo que significa 710 millones de bolivianos, lo que evidentemente perjudicó que muchos procesos de contratación fueran concluidos, por lo que se produjo la postergación del pago de ciertas obligaciones, ocasionando una aparente insolvencia de la empresa. Se atribuye parte de la falla a los problemas que ocurrieron en el país en los últimos meses de la gestión 2019.
Administración de la empresa en La Paz
Algo que se comprueba y que fue causa de reclamos cívicos en Potosí, es el hecho de que la administración de YLB, se efectúa desde la ciudad de La Paz, cuando lo elementalmente lógico, sería que se lo haga desde Potosí.
En criterio del ejecutivo Valda, la dirección de operaciones de YLB, que maneja el tema logístico, se encarga de la contratación de recursos humanos, controla el desplazamiento de equipos y maquinaría, lo haría con mayor rapidez y eficiencia directamente en Uyuni y no desde La Paz, como sucede en la actualidad. Esa situación debió ser planteada como un pedido especial para mejorar las operaciones de YLB, aunque a la fecha no se sabe nada.
Lo expuesto directamente por un ejecutivo de la empresa que procesa los recursos evaporíticos del salar, es un hecho que ratifica la mala disposición administrativa de empresas estratégicas, instalándolas en La Paz y no en sus sedes operativas, otro caso es el de Oruro, que se reclamó en variadas ocasiones, pero las autoridades de minería, mantienen aún la administración de la Empresa Nacional de Fundiciones de Vinto - Oruro, en la ciudad paceña.
En el caso de YLB, se reclama también centralizar en Uyuni la dirección de comercialización, la Unidad de Geología para facilitar investigaciones y labores de prospección entre otras, según se plantea para mejorar el rendimiento y el control de las actividades más importantes de la estatal del litio. En este mes de mayo que concluye debían recibirse los equipos que envió la China para el montaje de la planta industrial de carbonato de litio que se ubica en Llipi, Potosí, parte del salar y desde la cual ya se exportaron 110 toneladas de carbonato de litio durante el 2018.
En el proyecto sobre la planta industrial de carbonato de litio, se prevé el inicio de operaciones para el 2021, una vez que culmine la instalación de los equipos y se realicen las pruebas de producción. Se entiende que las obras civiles de la factoría ya han sido concluidas y sólo faltaba la implementación de los equipos chinos para entrar en la fase de producción industrial, lo que podría suceder en el primer semestre del año venidero.
Problema de agua
Sin embargo, técnicos de YLB identificaron un serio problema que retrasaría la puesta en marcha de la planta pues se trata de la falta de agua en el lugar donde se ubica la planta, situación que se solucionaría con la construcción de una planta de tratamiento de agua cuyo costo será de 280 millones de bolivianos. Se adelanta que ya se inició la perforación de pozos de agua en una localidad próxima a Llipi, donde se ubican, la planta industrial y la de tratamiento de líquido que será implementada.
Este tema de la falta de agua que se detecta cuando ya tiene avance un proyecto, parecería ser una deficiencia técnica de proyectos chinos, pues sucedió algo parecido en Huanuni - Oruro, donde una empresa china instaló un ingenio y a la hora de entregar la obra y ponerla en marcha, se dieron cuenta que faltaba agua, situación que tras cinco años, todavía no ha sido resuelta plenamente en Huanuni, donde el ingenio Lucianita no funciona.
Son aspectos que surgen, como elementos especiales en función de algunas coincidencias, como el caso de empresas chinas en proyectos mineros de nuestro país, que nos han dejado experiencias poco agradables y se dan en ocasiones en que se tratan precisamente proyectos mineros.
FUENTE La Patria
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