Dudoso y costoso proyecto de Colquiri

Aprovechando la bonancible situación económica del país, debido a los altos precios de los productos básicos y sus elevados volúmenes de exportación, especialmente del gas natural, sin los imprescindibles estudios de factibilidad, que tantas veces reclamé, fueron emprendidos diversos proyectos mineros que resultaron en fracasos anunciados, como la fundición de bismuto de Telamayu, la fundición de plomo-plata de Karachipampa y el ingenio Lucianita de Huanuni, con fuertes e irrecuperables inversiones.


Bien sabido es que en minería al aumentar el tonelaje tratado, disminuye la ley de cabeza, disminuyendo la recuperación del mineral y bajando la ley de los concentrados. Por ejemplo en 2006 en Huanuni tratando unas 600 toneladas por día (tpd) se tenía una ley de concentrados de alta ley de estaño del 61%, mientras que en 2012 tratando 1.200 tpd los concentrados tenían 47% (no se tienen datos de los años posteriores ni tampoco de la recuperación), lo que significa un mayor costo de fundición por libra fina.

Un mayor tonelaje de tratamiento significa también un agotamiento más rápido del yacimiento, especialmente si no son repuestas las reservas consumidas. Luego de quintuplicar el número de trabajadores a fines de 2006, año en que se produjo un promedio mensual de 320 toneladas finas (TF), la producción fue creciendo hasta alcanzar un máximo de 831 TF en 2009, para luego descender con altibajos y dio 596 TF en 2018. A medida que avanza el laboreo minero, se va descendiendo a niveles inferiores donde se agudiza el problema de la ventilación, del transporte y del bombeo de agua. La mina no tiene capacidad para abastecer las 3.000 tpd que requiere el nuevo ingenio Lucianita, que no funcionó hasta ahora.




La misma situación se da en Colquiri, un viejo yacimiento de estaño y zinc, cuyas labores principales están cada vez más en mayor profundidad, que por falta de ventilación son muy difíciles. Desde hace años fueron planificadas las urgentes chimeneas de ventilación. El 29/12/15 se contrató a la empresa Constructora Rio Tinto S.A. para que perfore 2 chimeneas de ventilación que totalizaban unos 879 metros, en un plazo de 183 días que obviamente no cumplió, a pesar de que habría recibido un fuerte anticipo, pero más bien se habría cobrado la boleta de garantía. Colquiri puede dar detalles al respecto. Actualmente no se está perforando chimenea alguna, siendo así que la ventilación es vital para el actual sacrificado laboreo minero.

Con los bajos precios del estaño y del zinc (producto de la desaceleración de la economía china y de la guerra comercial entre EEUU y China) y la caída de producción, lo más probable es que Colquiri ya esté operando a pérdida, más aún si se considera que los gastos de fundición y realización de los concentrados de zinc han subido bastante, Colquiri recibe ahora menos del 40% del precio de venta de estos concentrados. El estaño constituye el grueso de los ingresos, pero lamentablemente su producción está disminuyendo como se mostrará después.

El 12/04/19 Comibol firmó contrato con la empresa Carlos Caballero SRL, por la suma de Bs 502.911.075 (72,26 M$us), para la construcción de una planta concentradora de 2.000 tpd, en un plazo de 36 meses. El 80,6% sería financiado por FINPRO y el 19,4% por la Empresa Minera Colquiri (EMC). El 24/09/19 se firmó el contrato para la supervisión de la construcción de la planta con la empresa Therconsult SRL., por aproximadamente 2,45 M$us




La primera observación que surge es si la EMC tiene las reservas suficientes (que debería darlas a conocer), para garantizar la alimentación de 2.000 tpd al nuevo ingenio por unos 10 años, Paralela a esta observación, debe informar sobre el plan de exploración tendiente a reponer las reservas consumidas. En Huanuni se consumieron reservas al pasar el tratamiento de 600 a 1.200 tpd y después de un tiempo fue cayendo la producción. En Colquiri la producción mensual promedio máxima de estaño se dio en 2016 con 353 TF, cuando se trató solo 1.000 tpd. A mediados de 2017 se incrementó a 1.200 tpd y la producción bajó a 313 TF, a 290 TF en 2018 y a 269 TF de enero a septiembre de 2019, lo que significa que por alimentar 1.200 tpd bajó la ley de cabeza, la recuperación y la ley de concentrados. Solo cuando se tienen reservas en exceso y viabilidad técnica para mantenerlas, puede pensarse en incrementar la capacidad de la planta de concentración, lo que no se tomó en cuenta en Colquiri que al incrementar a 1.200 tpd se tuvieron las consecuencias descritas, pero aun así se pretende subir a 2.000 tpd.

Otro aspecto importante es el dique de colas, que al ritmo actual se estima puede funcionar de 3 a 4 años y luego será necesario construir otro dique, cuyo diseño y construcción puede durar 4 a 5 años y su costo puede estar por los 10 M$us. Además para el cálculo del costo de la nueva planta deberá añadirse el costo de la infraestructura adicional como chimeneas de ventilación, energía eléctrica y agua, por lo que la inversión total se estima puede pasar los 90 M$us. Si asumimos 20 años de vida útil, la depreciación anual sería 4,5 M$us más los costos financieros.

En suma, la EMC y Comibol deben demostrar mediante un Estudio de Factibilidad TESA (Técnico, Económico, Social y Ambiental) la factibilidad de la nueva inversión, con especial cuidado en lo que se refiere a las reservas presentes y futuras, las chimeneas de ventilación y el dique de colas. Las nuevas autoridades mineras tienen el deber de exigir el estudio. No vale la pena que la nueva planta pase a engrosar la lista de fracasos anunciados, como parece ser por lo explicado.

Valga la oportunidad para sugerir que todas las empresas estatales hagan públicos sus resultados técnicos y económicos. Así se manejarán mejor y serán evitados muchos casos de corrupción.

ESCRITO POR Jorge Espinoza

FUENTE El Diario

Comentarios

  1. Así es, al aumentar el tonelaje de extracción de la "mena" o cargas mineralizadas de la mina, con seguridad que va a disminuir la ley de cabeza, pero dónde está la planificación de la explotación?, donde está la labor del técnico para el control de estas operaciones? Si se aumentan los volúmenes de carga mineralizada para alimentar al ingenio así mismo se tiene que mantener la ley de cabeza, para no crear estos desfases en las recuperaciones y leyes de concentrados.
    La mina y la planta de procesamiento tienen que estar conectados en estas operaciones; si se aumenta tonelaje con una determinada ley de cabeza, el ingenio tiene que estar dispuesta técnicamente a soportar la capacidad de producción de la mina con las leyes de cabeza programadas, o no es así?
    En estas condiciones, la cadena de los desfases continuará hasta llegar a la fundición si no se toman con seriedad las labores primarias en la mina.
    La fundición de Bismuto de Telamayu, data de muchos años atrás, fundir concentrados era y debe seguir siendo prohibitivo por los costes de fundición, se ganaba más vendiendo solo concentrados que bismuto metálico, pero no se daban cuenta que en la fundición se recuperan otros elementos metálicos de mucho valor, tal vez con más valor que el mismo Bismuto metálico.
    La planta metalúrgica de Karachipampa, es historia, cuántas veces dijimos que solo les traerá dolores de cabeza, aun cambiando el horno Kivcet y adaptando otro será un problema mayúsculo, aparte de lo que signifique el deterioro del medio ambiente y las consecuencias para la ciudad colonial de Potosí.
    Los trabajos de ventilación de la mina en el yacimiento mineral de Colquiri han sido un rotundo fracaso, me imagino que esto fue otro negociado a la luz del día, igual como fue con la preservación del cerro rico de Potosí, tremendos negociados en las narices de todos los bolivianos.

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