Luis Alberto Echazú: 'Comibol debe conformar ya empresas precursoras de cátodos'

El Viceministro de Altas Tecnologías Energéticas realiza una evaluación puntual de los avances de la estrategia de industrialización de los recursos evaporíticos del país y responde cuestionamientos sobre el impacto ambiental del proyecto.

El chuquisaqueño Luis Alberto Echazú es uno de los principales operadores de la industrialización de los recursos evaporíticos de Bolivia, un objetivo que impulsa desde que ocupó los principales cargos del Ministerio de Minería (2007-2010), de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia-Comibol (2010-2017) y del nuevo Viceministerio de Altas Tecnologías Energéticas (desde 2017).

“La naturaleza nos ha dado esa ventaja y hay que saber aprovecharla”, afirma respecto a las 21 millones de toneladas (MMt) de litio que el país tiene solo en Uyuni (Potosí), “de lejos, la reserva más grande del mundo”, ya que el salar chileno de Atacama —que posee el segundo mayor depósito internacional de litio— tiene 7 MMt y los salares argentinos cuentan en conjunto con 5 MMt. Según Echazú, estas 21 MMt pueden aumentar fácilmente a 23 MMt si se añaden las reservas de Coipasa (Oruro) y Pastos Grandes (Potosí), lo cual es suficiente “para varias centurias”.



—¿Cuál es su criterio sobre los cuestionamientos de ambientalistas que indican que la extracción de salmuera en Uyuni traería dificultades a la región?

—Respecto al problema de la provisión de agua o al equilibrio que hay en la cuenca, a diferencia de Atacama (Chile) y de otros salares argentinos, nuestros salares son inundadizos; se vuelven lagos (por las precipitaciones pluviales naturales). Entonces, comparar Atacama con Uyuni o Coipasa es un grave error. La recarga de agua en Bolivia es muy grande, no hay peligro en eso, más bien tenemos exceso de agua.

—¿Qué sucede con el agua de las piscinas para salmueras?

—Las piscinas generan una evaporación enorme. Calculamos que de unas 38 millones de toneladas que sacamos de líquido (de salmuera), 25 toneladas es agua que se evapora en las piscinas. Y como es una cuenca muy grande, el agua vuelve a caer en la (misma) cuenca. No estamos sacando agua que luego perdemos. El salar (de Uyuni) tiene más o menos 10.000 kilómetros cuadrados (km2), la cuenca 50.000 km2 y las piscinas abarcan solo 20 km2. Así, la sostenibilidad en torno al agua —que es la preocupación de muchos ambientalistas que se fijan solo en eso y no en los beneficios que da un proyecto como éste— no genera espacio a dudas. NdE. La industria del litio en Uyuni se apoya en 160 piscinas, cada una con una extensión de entre 3 y 30 hectáreas y una profundidad de hasta 1,5 metros.

—En relación al avance del proyecto, ¿en qué consiste el acuerdo con ACI Systems?

—Estamos constituyendo una empresa para procesar hidróxidos de litio y de magnesio y conformaremos una segunda empresa para (la producción de) cátodos y baterías. Sacamos de la salmuera la materia prima para producir nuestro carbonato y con el líquido residual haremos con los alemanes los hidróxidos que luego utilizaremos en los materiales catódicos y baterías. Esto funciona así: YLB casa matriz le vende a la asociación mixta YLB-ACI la salmuera residual para hacer juntos hidróxido de litio y luego cátodos y baterías; y como empresa mixta vendemos a Europa, principalmente a Alemania. 



—¿Y cómo será el trabajo en la fase de baterías?

—La planta está establecida para hacer 10 gigavatios hora al año; eso representa energía para 250.000 vehículos por año. Este emprendimiento estaría listo entre el 2022 y 2023.

—¿Cuál es el contenido del contrato con la china Xinjiang Tbea Group-Baocheng?

— Ellos harán, llave en mano, una planta de sulfato de potasio muy grande en Coipasa. Esta planta será de Bolivia, les pagaremos con el propio mineral, con la salmuera residual. De ahí, vamos a hacer cuatro plantas: hidróxido de litio, ácido bórico, bromo puro y bromuro de sodio. En Pastos Grandes vamos a hacer una planta de cloruro de litio y (también) les pagamos con el producto.

—¿Cómo se distribuirá la ganancia y cuál es el cálculo de la demanda de estas baterías?

— En las nuestras (para la extracción de materias primas) tenemos el 100%; en las empresas asociativas, el Estado tiene mayoría, 51% frente al 49%. Así que si de una batería sale una ganancia de $us 100, 51 serán para nosotros y 49 para nuestros socios. La demanda va a hacer muy alta, gigante y el precio del litio subirá en todo el mundo. La proyección es que esta tecnología no solo será para autos, sino para aviones trenes y otros sistemas de acumulación de energía. Solo China va a construir 1.000 millones de vehículos eléctricos en unos años.




—Por eso es que China e India están en carrera...

—China quiere que hagamos una planta de baterías en sociedad con nosotros allá (en India). Los indios también. Eso tiene una explicación muy coherente. Los alemanes han ganado esto (el proyecto boliviano de industrialización) porque Alemania es un país que debe importar casi todo para la fabricación de baterías y al que sí se puede mandar las baterías de Bolivia. China, en cambio, tiene litio, insumos, tecnología y mercado para las baterías, tendríamos que competir con empresas que tiene todo ahí. Por otro lado, creo que India solo quiere que seamos socios para asegurarse materia prima. Les hemos dicho que este año les podemos ofrecer 400 toneladas de carbonato de litio; al año 1.000; al siguiente 5.000; al siguiente 10.000 y después 15.000.

—Igual, las baterías requieren muchos otros compuestos…

—Muchos materiales no tenemos. El plan para las baterías es que tenemos que ser precursores de los materiales catódicos, (para lo cual) la Comibol tiene que conformar otras empresas en dos años o dos años y medio más; solos no vamos a poder hacerlo todo. Ahí está el cobre, cobalto, níquel, manganeso, hierro y compuestos químicos que necesitamos como el carbonato de sodio y el hidróxido de sodio que vamos a hacer también nosotros. Algunas cosas ya hemos hecho.

Cuando yo era ministro hice la planta de cobre en Corocoro y ahí se puede laminar y hacer las leafs (hojas) de cobre, que son los colectores de energía. Hay que hacer una empresa, llave en mano, para que haga laminado y genere los leafs. Eso se puede hacer en Bolivia en un año o año y medio.

Perfil

Nombre: Luis Alberto Echazú Alvarado
Cargo: Viceministro de Altas Tecnologías Energéticas
Político metalurgista
Estudió Ingeniería Metalúrgica en la Universidad Técnica de Oruro y se especializó en Siderurgia en la Facultad de Ingeniería Philip State (Suecia). Fue dirigente universitario, delegado cobista, consultor y docente. Entre sus obras están El Neoliberalismo en cifras, El gas no se regala y El declive irreversible del imperialismo.

FUENTE La Razón

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