En el Foro Gestión Comunitaria del Agua, Contaminación Minera y Efectos en la Salud, habitantes de diferentes partes de Bolivia intercambiaron ideas para hacer frente a los nocivos efectos que genera la actividad minera en sus regiones.
Dicha actividad que fue organizada por el Centro Ecológico de Pueblos Andinos (CEPA), se desarrolló ayer en el auditorio de la iglesia de las Hermanas Cruzadas Nazaria Ignacio.
Una de las comunarias que llegó desde el municipio de Corocoro en el Sur de La Paz, Lourdes Alberto, indicó que la importancia de este foro es intercambiar ideas para mejorar las condiciones de vida de los pobladores.
Destacó la participación de los expositores de Argentina, que socializan el manejo del monitoreo de la calidad de agua que pueden realizar los comunarios para ver si es apta para el consumo humano o no.
Mencionó que el manejo de equipos para determinar la calidad de agua, está certificado por una institución internacional, entonces los mismos pobladores pueden efectuar el análisis para obtener resultados sobre la cantidad de microorganismos que tiene el agua, ya que todavía no hay equipos que midan la cantidad de metales pesados.
Señaló que el principal problema que atraviesan las comunidades respecto al agua, es la contaminación minera, porque al no cumplir las empresas con un dique de colas o tratamiento de agua, contaminan este recurso vital para la vida.
Por ello, también se está abordando el tema de recuperación de los saberes ancestrales en torno a la cosecha de agua.
En tanto, el coordinador del CEPA, Limbert Sánchez, sostuvo que el foro aborda como punto central el manejo de la calidad de agua, pues es importante que los comunarios conozcan este aspecto para no verse afectados con agua que contenga metales pesados y cause daño a su salud.
Señaló que no existe un estudio a profundidad que sea público sobre el daño que los metales pesados provoca a la salud, y puso de ejemplo que el arsénico ocasiona enfermedades de tipo cancerígenas, así como el cadmio que es confirmado que provoca cáncer de próstata entre otras patologías.
Agregó que un informe da cuenta sobre la presencia de metales pesados en personas que habitan en proximidades del lago Uru Uru y Poopó, y se cree que, ante la excesiva presencia de arsénico, desarrollaron en su organismo un protector que reduce el efecto a este metal pesado.
Reprochó que todo esto ocurra porque no se cumplen las normativas vigentes, ya que como señala la Ley Nº 333 de Medio Ambiente, todas las empresas mineras ya sean estatales, privadas o cooperativas, deben contar con la licencia ambiental, pero actualmente más del 60% de los operadores no tienen este documento pero funcionan con normalidad.
FUENTE La Patria
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