Ayer se recordaron 32 años de la "marcha por la vida", movilización que se produjo el 28 de agosto de 1986 para protestar contra el decreto 21060, promulgado el 29 de agosto de 1985 por Víctor Paz Estenssoro y que implicaba el despido de al menos 27.000 obreros de las empresas mineras del Estado, este hecho fue recordado por exmineros orureños que fueron parte de esta histórica acción de 1986.
El exminero de Huanuni, Bernardino Chumacero, relata que aquella marcha dejó muchas anécdotas, tanto positivas como negativas, donde muchos mineros tuvieron que movilizarse junto a sus esposas y familias, debido a que el miedo a perder sus fuentes laborales, sin ningún oficio que les respalde, hacía que surjan fuerzas mayores a las previstas, considerando que el tramo a La Paz, donde se dirigían desde Oruro, se hiciera más llevadero; el apoyo de muchas personas en cada pueblo levantaba el ánimo de los miles de mineros que marchaban por una causa que consideraban justa.
"En el 86, un día como hoy (ayer) tuvimos el confrontamiento tanto con los policías como los militares, nosotros los mineros partimos desde Oruro y llegamos a Calamarca, encabezados por la Central Obrera Boliviana (COB), pero lamentablemente el gobierno se impuso ante el derecho de los trabajadores y terminaron desalojándonos de todos los centros mineros, manifestando que había un baja cotización del estaño, recuerdo que en aquel momento decíamos que se analice muy bien la acción, pero creo que el Gobierno tenía la intención de deshacerse de la clase social más luchadora", indicó.
Relató además que, en aquel entonces, la clase trabajadora y los mineros eran la "piedra en el zapato" del gobierno de Víctor Paz Estenssoro, lo que como consecuencia dejó a miles de mineros sin fuentes de empleo, además cuenta que al llegar a Calamarca, la tensión era notoria y pese a que existía la determinación de llegar hasta la sede de gobierno, la actitud de los dirigentes para impedir el confrontamiento con la milicia, evitó que se derrame la sangre de los bolivianos, ya que muchos de los militares veían cómo sus padres marchaban en la acera de enfrente.
"Pienso que la juventud y dirigentes de los trabajadores actuales, deben tomar el ejemplo de aquella marcha y de cómo una clase trabajadora se enfrentó al gobierno de turno, no como ahora que no existe ese carácter contestatario, sino están codo a codo con el Gobierno, es algo que debe llamar a la reflexión sobre a quienes deben defender los dirigentes", agregó.
FUENTE La Patria
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