Una joven comprometida con los archivos de la FSTMB

Rossana Barragán entrevista a la responsable del archivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Nilda Llanqui.

Rossana Barragán Romano  Instituto de Historia Social Ámsterdam

Generalmente, los archivos históricos, que guardan y conservan documentos y que son utilizados para la investigación de diferentes aspectos y ámbitos de una sociedad, pertenecen a instituciones públicas estatales.

Esto sucede en diferentes partes del mundo: en Bolivia como en cualquier país de América Latina o Europa.  Son pocos los archivos de agrupaciones o instancias de la sociedad civil, y ellos permiten una perspectiva absolutamente distinta a la documentación resguardada en repositorios de las instancias estatales.   

Escasas son las instituciones que se han dedicado a preservar documentación de la sociedad civil y de organizaciones sociales, sean partidos, sindicatos, agrupaciones de izquierda o de mujeres. Dos instituciones conocidas son el Archivo y Biblioteca del Instituto de Historia Social de Amsterdam (IISG), que se formó a partir de 1935 con documentación de los movimientos laborales holandeses y que fue creciendo a partir del rescate de documentos en países vecinos, o el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina del (Cedinci) que ha sabido abrirse camino y crecer, aunque siempre peleando para tener mejores condiciones.   Iniciativas particulares y personales son aún más raras (en nuestro país sobresale la Fundación Flavio Machicado).  

Uno de los escasos archivos no estatales, pero aún así muy importante, es el de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) que se fundó en 1944.  Su archivo, bajo el nombre de Sistema de Información y Documentación Sindical (SIDIS), se remonta a fines de los años 80.   En Radio Deseo entrevistamos a su responsable archivista, Nilda Llanqui Quispe, historiadora archivista y bibliotecóloga, que trabaja allí desde el 2015.  Ella es, la que, día tras día, permite que esa documentación se resguarde, sea accesible y pueda servir a quienes visitan este archivo.


Tú has trabajado en diferentes archivos.  ¿Qué particularidad tiene el SIDIS de la FSTMB?

Es un archivo único y muy diferente porque tiene documentación sindical. Muy pocas instituciones y organizaciones de esta clase resguardan este tipo de documentación y le dan el valor a sus documentos.  Es un ejemplo, por tanto, para otras instituciones similares.  

Lo que sucede frecuentemente en las organizaciones sindicales es que los dirigentes se llevan la documentación, y en este sentido este repositorio es único porque ha logrado congregar y centralizar su documentación.

¿Cuántos sindicatos conforman hoy la FSTMB para que tengamos una idea de la extensión geográfica que cubre la documentación que ustedes preservan?

La FSTMB tiene afiliados actualmente a 68 sindicatos.  Tiene una central y cuatro regionales: en Oruro, Llallagua, Tupiza y una de reciente conformación, la de Santa Cruz (Paititi, Monte Belo y el Mutún). Cada regional tiene su propia oficina y archivo pero todos los sindicatos transfieren su documentación al SIDIS porque es su archivo y como tal aglutina la documentación de todas sus oficinas. Ahora se realizan las transferencias documentales bajo cronograma en cada gestión.

El archivo tiene ahora más de 800 carpetas, alrededor de 3.500 fotografías, documentos de las radios mineras, de las amas de casa, y más de 1.200 casetes que conforman el Archivo Oral y se está empezando la digitalización.

El SIDIS tiene su historia… y muchas personas, dirigentes sindicales, universitarios y otras instituciones han contribuido en su formación, ¿verdad?

El SIDIS ha sido fundada el 7 de julio de 1986, después del saqueo que hizo el régimen de García Mesa.  En los años 80 se firmó un convenio con Fernando Valdivia que estaba en CEDOIN.

Posteriormente vinieron otros investigadores como Jerónimo Strengers, un investigador noruego que trabajó sobre la Asamblea Popular y colaboró a la institución.  Luego estuvo el compañero Guillermo Dalence y él fue clave porque se preocupó por organizar la documentación y hacerla accesible. 

Estuvo desde 1993 a 1998 y en este período se realizaron tres catálogos: uno sobre la documentación escrita, otro sobre el archivo de audio y finalmente  sobre el archivo fotográfico.  Logró apoyo externo para microfilmar y pidió asesoramiento a la carrera de Historia y así estuvieron cinco estudiantes investigadores que han trabajado y colaborado en el rescate, resguardo y conservación de fuentes y audios documentales.


Después del 98 hubo un quiebre relacionado a los cambios de dirigencia.  A veces los cambios de los directivos que cambian cada dos años interrumpen la continuidad…, y el Archivo se cerró.

Me parece que el PIEB apoyó también al SIDIS, ¿no?  Recuerdo haber estado en la presentación de un CD…  Fue un proyecto que el PIEB gestionó alrededor del 2002 y publicó un catálogo…  

Sí.  Virginia Ayllón estuvo involucrada en todo ese tiempo.  Entre 1999 y el 2001 firmaron un convenio con la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) para apoyar el trabajo del SIDIS. Se digitalizó entonces documentación de congresos, ampliados y boletines de la FSTMB, Memorias de la Asociación de Industriales Mineros y de la Compañía Minera Oruro.

¿Cuándo se volvió a abrir el archivo?

El 2011 y el 2012 se quería abrir, pero no se logró.  Finalmente, el 2015, encabezada por el compañero Miguel Pérez, deciden reabrir el archivo. Esther Aillón y Virgina Ayllón me llamaron para que yo apoye en la elaboración del diagnóstico de la situación actual del SIDIS.  En mayo del 2015 fue la reapertura formal y yo empecé a hacerme cargo del archivo.

¿Cuáles son los principales problemas que tienen?

Uno de los principales problemas es el financiamiento y muchas veces no se cuenta con el presupuesto suficiente para el personal, aunque sea mínimo. Nos faltan también equipos para la digitalización de los audios… 

He leído que la Asamblea Legislativa de La Paz declaró patrimonio cultural del departamento al SIDIS.

Ojalá que esto implique recursos que los puedan ayudar…

Sí… Este reconocimiento se ha dado mediante Ley Departamental N° 151, por su valor histórico y documental. Ojalá que alguna institución nos pueda colaborar a digitalizar nuestros audios.  En ellos está la historia más reciente del país. ¡La colaboración y los aportes son bienvenidos!

FUENTE Página Siete

Comentarios