El tratamiento del litio, en los planes generales que han dispuesto los gobiernos de tres países que forman el triángulo sur del continente, con las mayores reservas de este mineral, el caso de nuestro país que se considera el de mayor potencial en la materia, y los vecinos de Chile y Argentina, desarrollan actualmente una serie de proyectos a cual más competitivos en la carrera de ganar espacios y asegurar su participación en la provisión de la materia prima, en unos casos y de las ya mentadas baterías de ion litio, para la nueva industria de automóviles eléctricos.
De acuerdo a las informaciones que provienen de los países en competencia, se observa una serie de actitudes, hasta de orden legal, otras de índole tecnológica y no menos prolegómenos en la definición de sociedades transitorias entre los dos vecinos, de estos con terceras empresas proveedoras de tecnología y de altas inversiones. Es una pugna de intereses por llegar primero a la meta del comercio de litio, en todas las formas de su producción e industrialización.
Expertos bolivianos al respecto, han mostrado cierta preocupación por el proyecto del litio en nuestro país, señalando con cierto pesimismo que estaríamos atrasados en la carrera de la competencia, y es que tomando en cuenta el tiempo transcurrido en el avance de nuestro proyecto, se coincide en que él mismo está aún rodeado de mucha palabrería y varios anuncios incumplidos.
Un breve detalle expuesto en diferentes notas de prensa y una recopilación de las mismas, en un archivo particular, nos confirma esa situación, en la que sin retroceder demasiado en el tiempo, podemos señalar una nota del mes de abril del 2011 en Perspectiva Minera titulando: "Litio en Bolivia, el oro del futuro" y una declaración oficial sobre la decisión de iniciar operaciones de extracción de litio. En junio del mismo año, La Razón informa que "El gobierno instalará este año una planta piloto de baterías de litio" y añade una declaración del entonces ministro de minería José Pimentel, señalando que no hay plazo para elegir al socio de producción. La misma autoridad señala que el proyecto generará 200 MM de dólares por año.
En noviembre del mismo 2011, en el periódico Cambio, se informa que "Expertos chinos instalan la planta piloto para fabricar baterías de litio". La nota añade que el Gobierno compró la planta piloto para producir baterías de manera experimental con una inversión de 2,9 millones de dólares. Para entonces el ministro de minería era Mario Virreira, quien afirmó que se trata de un paso gigantesco en la implementación de la industria del litio. El año 2017, (Bocamina) publica un informe dando cuenta de la exportación de las primeras 25 toneladas de carbonato de litio para mercados de la China y asegura que: "El Estado Plurinacional de Bolivia consolida industrialización del litio".
Más adelante, propiamente este año en febrero, (La Patria) se informa que "Sólo 5 de 10 empresas presentaron sus propuestas para proyecto del litio". En nota complementaria se menciona que "Alemania interesada en formar sociedad para industrialización del litio", plantea una inversión inicial de 350 millones de $us.
En el ínterin se revela que el proyecto de técnicos bolivianos no es el más apropiado para desarrollar el proyecto del litio en Uyuni y se busca de manera abierta un socio que provea la tecnología adecuada y además se abre la posibilidad de invertir en el mega proyecto boliviano del litio. Sin mayores detalles se observan algunos detalles de siete años transcurridos y la esperanza de que el proyecto se consolide realmente, ojalá fuera en la presente gestión. Archivo JZM, medios.
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