Un informe de la Fundación Milenio analiza los ascensos y caídas de este rubro.
La economía potosina tiene a la minería de extracción primaria como su pilar fundamental por lo que sus ascensos y caídas repercuten en toda la sociedad, según establece un informe de la Fundación Milenio.
La dependencia de Potosí de la minería es un fenómeno de toda la vida, lo cual explica las fluctuaciones en su desempeño económico, condicionadas por el cambiante comportamiento de la industria minera: el buen o mal momento de la minería determina la suerte de toda la economía potosina.
Así, por ejemplo, el promedio de crecimiento del PIB potosino entre 2005 y 2017 fue de 5.5 por ciento, pero sin la minería el promedio baja a 2.9 por ciento. En 2017, la economía potosina creció a un ritmo bastante menor, pasando de una tasa de 7.5 por ciento en 2016, a 1.3 por ciento; gran parte de ello se debió a la contracción del sector minero regional”, señala el informe que ayer circuló por redes de prensa regional.
El informe se funda en datos de las gestiones 2005 a 2018 dando cuenta que la minería actual presenta una situación complicada pese a la leve recuperación de precios.
“Se debe enfatizar que el sector minero pasa por momentos complicados, y no tan solo en Potosí sino en otras regiones mineras del país. Ello ocurre pese a la recuperación de los precios de los minerales del pasado año (y que ha proseguido en el curso de 2018), lo cual advierte que un más alto nivel de precios no basta para incrementar los beneficios de la minería, tanto menos si no viene acompañado de un simultáneo incremento de la producción, y como resultado de más inversión en yacimientos y operaciones mineras. Hay que subrayar, asimismo, la correlación existente entre la actividad minera y el comercio departamental, lo que no es de extrañar: en la medida en que la principal fuente de ingresos del Departamento es la minería, su desempeño incide directamente en la intensidad de las labores de comercio”, destaca el documento.
EXPORTACIONES
Después de un periodo de cuatro años en los cuales las exportaciones potosinas sufrieron caídas casi ininterrumpidas, pasando de un máximo de 2,456 millones de dólares en 2011 a 1,531 millones de dólares en 2015 (es decir contrayéndose en 37.7 por ciento), a partir del año 2016 se ha experimentado una recuperación del valor de las exportaciones, registrándose un monto de 1,814 millones de dólares; para 2017 este monto ascendió a 2,212 millones de dólares, un 21.9 por ciento más en un año. Casi la totalidad del valor exportado corresponde a exportaciones de minerales, y apenas el 1 por ciento a exportaciones de productos no tradicionales.
Uno de los mayores problemas con la alta concentración en las exportaciones mineras del Departamento es la vulnerabilidad, por efecto de las cambiantes cotizaciones. Así, en 2012, la caída en el valor exportado fue de 18.0 por ciento, mientras que el volumen exportado se redujo 7.8 por ciento, es decir que el efecto más importante fue el precio. Este fenómeno fue más evidente en 2013 y 2014, cuando el valor exportado mantuvo su contracción pese a los mayores volúmenes producidos. En promedio, entre 2003 y 2011, coincidiendo con el último ciclo ascendente de precios de los minerales, el incremento del volumen exportado fue de 19.3 por ciento, mientras que del valor exportado fue de 40.7 por ciento; el doble de ganancia por precios excepcionales. En 2016 y 2017, según datos del INE, el volumen de minerales exportado por Potosí subió en 13.6 por ciento y 10.2 por ciento.
Minerales
CUATRO principales productos de exportación del Departamento constituyen más del 95 por ciento del total: zinc, plata, plomo y estaño.
FUENTE El Potosí
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