Mineros entran a La Paz arrojando dinamitas por doquier pese a las prohibiciones

"Evo no estás solo cara.. (...) Evo amigo el pueblo está contigo", con esos gritos y detonando por doquier cartuchos de dinamitas, ingresó una columna de cientos de marchistas pertenecientes a la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), en apoyo a Evo Morales.

Los mineros de forma violenta hicieron su paso por el centro de la sede de Gobierno ante la mirada pasiva de la Policía. "Mesa ´cabr...´ el pueblo está ´empu...´". "Los golpistas no pasarán", fue otro de los gritos de los asalariados de las minas.

Tras atravesar el prado de la ciudad, llegaron a la plaza del Estudiante, donde los esperaba la ministra de Salud, Gabriela Montaño, junto a funcionarios públicos, para "aplaudir" a los marchistas afines al Gobierno, provocando un enfrentamiento con ciudadanos que en el lugar mantenían un bloqueo en demanda al respeto del voto.

Ya en la avenida Arce se vieron imágenes de al menos un hombre herido, que de acuerdo a los testigos, el mismo fue pateado en el suelo por los mineros, presuntamente tras expresar su rechazo a la marcha.

"La Policía no hace nada" reclamaba la población, pese a la existencia de heridos y al uso indiscriminado de dinamitas.

Imagen registradas en el lugar mostraron al hermano del vicepresidente Álvaro García Linera, Raúl acompañando la marcha de los mineros.

A través de un audio, una ciudadana que se encontraba en el lugar relató la situación tras el paso de los mineros. "Pese a la prohibición del uso de dinamita los bloqueadores no utilizan armas (...) de las oficinas públicas salieron envalentonados, porque tiene el apoyo de los mineros para amedrentar a los bloqueadores", relató la mujer.

El Decreto Supremo 2888 prohíbe el uso de dinamita en cualquier tipo de manifestación social, marcha o bloqueo para preservar esencialmente la integridad de la población. Asimismo, el artículo 211 del código penal, señala entre uno y cuatro años de prisión a quien porte explosivos y atente contra la vida de las personas.

FUENTE Página Siete