De lo que se percibe en la actualidad con una verdadera carrera entre los países productores de litio, ubicados los tres en el cono sudamericano, Bolivia, Chile y la Argentina se vislumbra realmente una dura competencia que se desarrolla en diferentes campos, por un lado el de inversiones, por otro la definición tecnológica y todos en la búsqueda de la mejor alternativa para industrializar su producto y ponerlo en la vitrina de venta en las mejores condiciones y con las mayores expectativas de encarar el negocio del siglo, como ya se vislumbra a la producción y venta de baterías de ión litio.
En todos los casos han pasado tiempos especiales para entrar con decisión al negocio de explotar las salmueras de litio, con diferentes procedimientos, debido a las diferencias que en cada región tienen que ver con factores climatológicos, especialmente temperatura y lluvias, calidad de los depósitos salinos, procedimientos de extracción y transformación en subproductos de litio, las posibilidades de incluir ciertas fórmulas para la obtención directa del principal elemento de litio para las baterías y al mismo tiempo el aprovechamiento de otros insumos que como en el caso boliviano, ya sirven para su exportación, en tanto que en la vecindad, están directamente concentrados en la industria de litio.
Se entiende que la rica materia prima, denominada como el "oro blanco", tiene diferentes grados de salinidad, además de necesitar en cada caso, proyectos exclusivos para lograr el objetivo de su proceso industrial en el tiempo más breve posible y con menor costo.
Esos hechos ya son parte de la "carrera industrial", indiscutiblemente vigente en el cono sur de América y a la vista y paciencia de los líderes que manejan la nueva industria automotriz de los coches eléctricos que circularán con energía proveniente de las esperadas baterías de ión litio.
Como está muy claro que en cada caso son diferentes las condiciones de tratamiento de la materia prima estratégica, se deduce que igualmente serán variables los costos de producción y el precio final de un producto que en el momento ya tiene competencia abierta con lo que produce Australia y un reducido porcentaje de procedencia francesa que en realidad, ésta última, ni siquiera cubrirá la demanda de industria automotriz.
El caso del precio
Es en ésta alternativa que aflora el complejo tema de disponer un precio internacional, que sea resultado de un acuerdo entre los países con mayores reservas de materia prima, pero al mismo tiempo productores de baterías de litio con suficiente capacidad de satisfacer la demanda internacional del producto y tengan determina capacidad sostenible en la industrialización del producto.
Por lo menos en Chile, se ha expuesto recientemente ese criterio sobre el comercio del litio en estado de materia prima simple o tras ciertas fases en producto esencial para las industrias de baterías, una tercera opción directamente con la oferta del producto terminado, es decir las baterías de litio. Como se observa hay condiciones de poquísima coincidencia en el tratamiento de salmueras y la obtención de la materia primaria para los futuros pasos de industrializar el litio. Hay algunos países que de materia natural poseen condiciones favorables para el proceso de industrializar el litio, mientras que otros proveedores tendrán que acudir necesariamente a un socio complementario en tecnología y en provisión de elementos complementarios para el objetivo de producción.
Sin embargo por los intereses de los productores, tres en competencia, muy próximos entre sí, aunque con diferencias en el tipo salino, pureza de salmueras y condiciones más favorables en cada caso para encarar la industrialización del litio, hace que en un tiempo relativamente corto se piense en el "gran encuentro tripartito", que permita abrir circunstancialmente los procesos y las condiciones de industrialización, para acordar entre Bolivia, Chile y Argentina, un precio "patrón" referencial para su valor desde la tonelada (en bruto) del litio y luego los valores añadidos que implica su producción industrial.
En este tema pueden surgir serias controversias, entendiendo que en el caso nuestro hay "predisposición oficial" señalando que "la tecnología de la extracción de litio debería ser 100% boliviana". La idea en términos generales es deseable, pero en la práctica se observa que hay dificultades para imponer tal condición, frente a la oferta abierta de ciertos países de metodología y tecnología de explotación del litio y con sobrada capacidad para orientar en procesos de industrialización.
Las cosas claras y reconocer que en nuestro país se están haciendo pruebas y por mucho tiempo tratando de encontrar una fórmula propia que tarda bastante en concretarse, mientras los países vecinos han recurrido a metodologías ya probadas y que están esperando ser instaladas en sus plantas industriales, lo que abrirá en cualquier momento la producción de baterías. En tanto en nuestro país está sucediendo lo contrario y un analista de la materia señaló que " en nuestro país estamos tratando de descubrir metodologías en un mundo que no se va a detener a esperarnos", una reflexión de cierta dureza pero muy realista en función a la competencia en la que se desarrolla actualmente la extracción, explotación, procesamiento y próxima industrialización del litio que está expuesto en los salares del triángulo en el extremo sudamericano del continente.
Debemos considerarnos privilegiados por algunas condiciones naturales en la posesión de los salares bolivianos, Uyuni que está considerado como el mayor desierto continúo de sal y el más alto del mundo, con unos 10.570 kilómetros cuadrados y a más de 3.700 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que tiene ciertas ventajas para su explotación pero al mismo tiempo algunas dificultades para su tratamiento, situaciones que deben ser evidentemente analizadas para definir estrategias tecnológicas, frente a las condiciones de los salares próximos en países vecinos.
Propuesta organizacional
Desde Bolivia y considerando que es el país con la mayor reserva mundial de litio, debe propenderse a la búsqueda de consenso y articulación de una "Organización de Países Productores y Exportadores de Litio" que permitiría en adelante, el control de precios que significa una defensa del valor de la materia prima, pero además se alcanzaría una posición de control soberano de los recursos y una justa fijación de precios de la materia prima, pero también de los productos con valor agregado, lo que permitiría establecer un conjunto de medidas que defiendan coordinadamente los intereses de los países con la mayor reserva de litio en el mundo.
Se trata de encarar al margen de otras situaciones, una especialmente definida a la promoción y defensa de la cadena de producción del litio, manejada de manera coordinada e igualitaria, por representantes de los tres países productores de litio lo que significaría un control en al desarrollo de producción y su abastecimiento internacional, asumiendo las condiciones coordinadas de elementos comunes a los sistemas políticos de países de la región involucrados en el gigante negocio del litio. Un tema para pensarlo, practicando la mayor estrategia política, financiera y técnica en defensa de la soberanía regional. Ya hemos experimentado , que en la tardanza está el peligro.
FUENTE La Patria
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