Pese a que se adoptaron medidas de mayor control en el interior de mina Huanuni para "neutralizar" la acción depredadora de los ladrones de minerales "jucus", estos grupos irregulares persisten en sus acciones ilícitas y la pérdida económica en Huanuni no disminuye.
Como consecuencia de las continuas incursiones de jucus en el interior de la mina de Huanuni y especialmente en el sector de Cataricagua, se ha dispuesto mayor número de efectivos policiales y militares, sin embargo los ladrones que ahora operan en grupos, se dan una ventaja en sus tareas, cuando amenazan a los mineros regulares y a sus familiares, lo que ocasiona una reacción de lógica previsión por parte de los mineros regulares que incluso se "resisten" a trabajar en ciertas áreas donde se supone que operan los peligrosos jucus.
El mes de febrero y en cumplimiento de un nuevo acuerdo con la Policía, se incrementó la presencia de efectivos uniformados que en número de 88 fueron incorporados a los sectores más vulnerables en los sitios de explotación minera tratando de evitar el movimiento de los irregulares, lamentablemente el trabajo de vigilancia no siempre puede cumplirse las 24 horas, incluso al disponerse de turnos en grupos policiales que no pueden prolongar por muchas horas las tareas de vigilancia, ya que por cansancio también estarían expuestos a la violencia de los jucus.
La situación es realmente delicada y de acuerdo a estudios preliminares, se requiere de un financiamiento extraordinario de por lo menos 2 millones de dólares, para implementar un plan de seguridad que se cumpla efectivamente y detenga la acción del robo de minerales, suprimiendo por supuesto las acciones ilícitas y poniendo a buen recaudo a los ladrones. Todo el operativo que incluiría el uso de drones, cámaras de vigilancia y otros instrumentos permitiría una tarea más efectiva de policías y militares para suprimir drásticamente la actividad de los ladrones de mineral.
El pedido de los dirigentes mineros de Huanuni al Gobierno, se trata de lograr un préstamos que se irá pagando paulatinamente, como ya sucedió con otros financiamientos, sólo que en el presente caso, se plantea la urgencia de ese "fideicomiso" para encarar cuanto antes un amplio plan de control en el interior de la mina y un apoyo de resguardo en el exterior de la mina, dadas las amenazas de los jucus contra trabajadores y familiares y contra policías.
La economía directa de la empresa, cuenta con un limitado presupuesto para pagar el contrato con la policía, pero necesita con carácter extraordinario el soporte de 2 millones de dólares para aplicar un efectivo plan de seguridad contra el juqueo. Sólo queda esperar que se apoyen esas iniciativas, pues el robo de minerales necesita de una acción radical y concluyente.
FUENTE Perspectiva Minera
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