El oro metálico que extraen las cooperativas se saca mediante comercializadores y llega a India y Emiratos Árabes. No pagan impuestos y hay daño ambiental.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que en la década de los años 90 estas ventas alcanzaron un máximo de 131 millones de dólares (1995) y hasta 2005 ni siquiera superaban los 100 millones.
Es en los últimos años que se triplican en valor, de 90 millones de dólares exportados en 2012 se pasa a 331 millones de dólares en 2013 y en 2014 se alcanza un pico de 1.361 millones de dólares. Los años posteriores bajan un poco, pero en 2018 crecen otra vez.
Héctor Córdova, expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), explicó que la producción y exportación la realizan básicamente 1.200 cooperativas auríferas asentadas en el norte de La Paz a través de comercializadores.
Los mercados de India y Emiratos Árabes Unidos son los principales destinos.
Según Córdova, el año pasado las cooperativas llegaron a producir unas 30 toneladas de oro que se vendieron a precio internacional de 1.250 dólares la onza troy y el gramo en 40 dólares.
“Si se exportaron casi 1.200 millones de dólares, el departamento y el municipio se quedaron con unos 30 millones de dólares de regalías. De la regalía total, el departamento productor se queda con el 85% y el municipio con el 15%”, puntualizó.
Córdova sostuvo que la actual ley minera bajó la regalía de 7,5% a 2,5% sobre el valor bruto de producción para los yacimientos que son marginales.
En ese sentido, las cooperativas todo lo que extraen lo declaran bajo esa figura, pese a que algunas en asociación con empresarios chinos extraen grandes cantidades con maquinaria.
Añadió que para el Estado es difícil controlar la actividad por la lejanía de las operaciones, pese a todo se creó el Servicio Nacional de Comercialización de Minerales (Senarecom) y se ordenó la intervención militar en San Ramón, Río Suches y el área Madre de Dios.
Dionisio Garzón, exministro de Minería, indicó que en el país no existe una empresa formal grande o mediana que llegue a extraer y vender tanto oro. Todo está en manos de cooperativas o firmas chicas que se asocian con empresarios chinos.
“Todo el oro se extrae del norte de La Paz, Beni y algunas áreas de Pando. Esta gente se asocia a ciudadanos chinos o empresarios que financian ciertas operaciones para explotar con equipos. Si se saca de los ríos usan lanchas, pontones, aunque también la extracción se da en las terrazas de los ríos”, precisó.
Sin embargo, eso no explica todo el problema.
Agregó que en Perú las autoridades iniciaron una fuerte campaña para combatir la actividad minera informal y por esa razón se genera un fuerte contrabando de oro hacia Bolivia.
“Hay un fuerte contrabando de oro en Perú, donde la minería informal es combatida y se la quiere formalizar. Esa gente que explota oro en el Madre de Dios, contrabandea hacia Bolivia y por eso sale al exterior como exportaciones bolivianas. Lo mismo ocurre con la producción del Acre en Brasil, es más fácil traerla a Bolivia y luego sacarla”, manifestó el experto.
El problema, dijo, es que el país se queda con muy poco de estas exportaciones, ya que no recibe pago alguno por impuestos y por regalías se debería percibir entre 100 y 150 millones de dólares.
Advirtió que si el Estado no controla esta actividad informal e ilegal, en muchos casos se depredan no sólo las áreas auríferas, sino el medioambiente.
“El Estado debe controlar la explotación y comercialización con un cambio de política, porque se genera un daño ecológico y económico. Sólo hay ganancia para un grupo de personas que contratan a gente sin empleo, le pagan poco y explota”, aseveró la exautoridad.
El crecimiento
- Número Los datos oficiales revelan que en 2006 había al menos 911 cooperativas registradas, luego la cantidad aumentó hasta alcanzar 1.816 unidades, durante 2017.
- Ingresos En 12 años las cooperativas explotaron minerales por un valor de $us 12.000 millones, de los cuales sólo dejaron para el Estado el 2,62%, es decir 315 millones.
- Control El Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) y Fencomin se reunieron ayer para tratar de mejorar el control en la venta de minerales y metales.
FUENTE Página Siete
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